Todas las decisiones del gobierno andaluz actual, desde el primer día, han favorecido a la sanidad privada y ha significado en la práctica un deterioro progresivo del Sistema Sanitario Público Andaluz. La consigna parece que ha sido: “cuanto peor, mejor”. Mejor para quién?? Para la privada. Lo hemos denunciado de forma constante, sin resultados, por desgracia para la ciudadanía. Falta respuesta contundente de rebeldía indicando que no vamos a permitir que se desmantele una sanidad pública que ha sido un pilar fundamental del bienestar social que habíamos conseguido.

Nada más llegar al poder el nuevo gobierno andaluz se decide acabar con el complemento de exclusividad para los médicos que trabajasen sólo en la pública. En la actualidad, todos cobran ese complemento, aunque trabajen además en la privada. Increíble el estímulo para atender a personas en ambos sectores. Además de a los médicos esta medida ampara a los cargos intermedios, que son los encargados de gestionar la pública. Un insulto a la inteligencia.

Han acabado con la subasta de medicamentos (con júbilo de la industria farmaceútica), han persistido los recortes de las plantillas, han aumentado hasta límites escandalosos las listas de espera, por la baja actividad de la pública, lo que ha supuesto una progresión muy favorable para las empresas privadas (Martín Recio, S: “La sanidad privada en Andalucía sigue su ascenso”. En Portal de Andalucía, 1 de Agosto de 2021).

Ya es normal que cueste días hablar por teléfono con tu Médica/o de cabecera, desde los Centros de Salud ya no pueden enviarte a los especialistas hospitalarios, quieren imponer la atención sanitaria digital (indignante, inhumano…). Que te diagnostiquen un malestar suponen meses, en el mejor de los casos.

La pandemia ha supuesto la tormenta perfecta. No se han contratado profesionales específicos por lo que todas las labores han recaído en la Atención Primaria, en las hospitalizaciones y en las Urgencias. Vamos camino de dos años y persisten en su estrategia.

El paso siguiente ha sido considerar a los hospitales privados de la Empresa Pascual como referentes OBLIGADOS para los Centros de Salud. Es decir, no se pueden remitir a sus pacientes al hospital público de referencia. Hace un año fue en la Sierra, en la comarca de Sanlúcar y del Puerto de Santa María. Ahora se amplía en la ciudad de Cádiz. Mientras tanto estamos en vacaciones sanitarias y el Hospital Puerta del Mar se está vaciando de contenido. En lugar de ponerlo a tope se decide concertar con clínicas privadas. Blanco y en botella.

Nuestra posición sigue siendo la misma. Los responsables de la pública deben de trabajar para poner al 100% de sus posibilidades los recursos propios y no depender de la privada.

Necesitamos una rebelión profesional, política, sindical y ciudadana para que este desmantelamiento no continúe. Cuando sea irreversible nos quejaremos pero será tarde.

Cádiz a 1 de agosto de 2021
Marea Blanca Gaditana